Hay una historia negra ampliamente conocida que recorre “El cuervo”. La película estrenada en 1994 estuvo, literalmente, manchada de sangre cuando su protagonista Brandon Lee (hijo del mítico Bruce Lee) murió en pleno rodaje porque un arma de fogueo usada en una escena tenía, por error, balas de plomo. Pese a la tragedia, el director Alex Proyas concluyó el rodaje y se transformó en un filme exitoso y de culto, elogiada por la crítica y que incluso sirvió para que haya secuelas.
Lee buscaba salir de la sombra de su padre: ya había participado en cinco películas y en tres series, pero la película iba a ser su despegue definitivo. Su deceso no paró la filmación sino que continuó en su homenaje, pero el resto del rodaje estuvo envuelto en misterio y versiones de un halo maldito que lo rodeó: las versiones hablan de susurros inexplicables, sombras que pasaban por la escena, graves accidentes y hasta el paso de un huracán que destruyó parte del decorado.
Ahora, la trama vuelve a la pantalla para su relanzamiento, respetando la idea inicial pero con todo nuevo, a tres décadas de la producción de referencia en numerosos círculos cinéfilos. La pareja que integran Eric Draven y Shelly Webster es brutalmente asesinada cuando los demonios de su oscuro pasado les alcanzan. Ante la oportunidad de sacrificarse para salvar a su verdadero amor, Eric se propone vengarse despiadadamente de sus asesinos, atravesando el mundo de los vivos y los muertos para saldar sus deudas, guiado por un cuervo impiadoso, dotado de poderes sobrenaturales y un perfil de justiciero que no tiene límites.
La historia, en el fondo, se inspira en otra tragedia. En 1989, Caliber Comics publicó el comic original de James O’Barr, que tuvo como fuente para su relato oscuro, denso y angustiante la muerte de su novia una década antes en manos de un conductor borracho. Desde ese número inicial hasta ahora, salieron unos 50 libros con el personaje.
La remake es protagonizada por Bill Skarsgård y FKA Twigs, dirigidos por Rupert Sanders, y con Danny Huston, Laura Birn, Sami Bouajila y Jordan Bolger en el resto del elenco. El guion fue coescrito por Zach Baylin y Will Schneider y trascendió que se caracteriza por ser mucho más violento que todo lo visto hasta ahora en torno a esta propuesta, abriendo una nueva saga del sangriento estilo gore.